“La guerra es el medio que utilizan los asesinos para justificar sus actos.”
Hace más de cien años, que el recuerdo de la “Gran Guerra” sigue vivo en la memoria de mucha gente, y todavía hoy, se recuerda como un solo hombre desató el conflicto bélico más sangriento y angustioso del siglo XX.
Cuando estudiamos en las escuelas, incluso en algunos libros de historia, el desarrollo de la 1ª Guerra Mundial, se destacan sobre todo, los inicios de los aviones y los carros blindados como potenciales armas de guerra, al igual que el uso de diversos agentes químicos, que fueron usados de manera vil y sistemática, para dar muerte a cientos de miles de soldados de ambos bandos.
Eran tiempos de hambre, dolor y penurias…, una época que los supervivientes recordarían para el resto de sus vidas, y que sobre todas las cosas, no querrían volver a revivir. Lamentablemente, uno de los episodios más oscuros, fue olvidado por muchos, sobre todo por aquellos que tuvieron gran implicación en los terribles hechos acaecidos sobre territorio del Imperio Otomano entre el 24 de abril de 1915 y 1923.